Las tendencias arquitectónicas para 2026 muestran que los mexicanos quieren vivir con más naturaleza, bienestar, eficiencia y visión de futuro.
De acuerdo con Reserva Santa Fe, esta transformación se debe al crecimiento urbano, la presión ambiental, la búsqueda de calidad de vida y la necesidad de crear ciudades más humanas.
“Las tendencias inmobiliarias de 2026 muestran un país que está redefiniendo la manera en que quiere vivir. México busca desarrollos verdes, saludables, eficientes y conectados con el entorno natural”.

Vivienda sustentable se convierte en el nuevo estándar
Para los expertos de este proyecto, cada vez más personas buscan hogares que les ofrezcan luz natural, aire limpio, entornos tranquilos y una relación directa con el verde.
“Lo sustentable dejó de ser un beneficio extra y se está convirtiendo en un requisito esencial para quienes analizan dónde vivir. En ciudades como Ciudad de México (CDMX), Monterrey o Guadalajara, la densidad y la contaminación han crecido de manera acelerada”.
Agregaron que hoy los compradores quieren un espacio que cuide su salud y se integre con el entorno, en lugar de dañarlo, por lo que proyectos de regeneración urbana han comenzado a ser más demandados entre los inversionistas.
“A diferencia de los modelos tradicionales que solo buscan reducir daños, la construcción regenerativa aspira a restaurar ecosistemas, infiltrar agua, devolver vida al suelo y aumentar la biodiversidad. México está comenzando a adoptar esta visión”.

Tendencias arquitectónicas se centrarán en el valor integral a largo plazo
En un entorno económico volátil, la vivienda sigue siendo una de las inversiones más estables. Sin embargo, el comprador premium está buscando algo más que rentabilidad.
Para Reserva Santa Fe, los nuevos inversionistas quieren proyectos que ofrezcan seguridad, bienestar, resiliencia ante el cambio climático, contacto con la naturaleza y una visión que se mantenga vigente durante décadas.
“El futuro de México apunta hacia comunidades donde la naturaleza sea la esencia del proyecto. Esto implica baja densidad, respeto silvestre, movilidad suave, infraestructura verde y un estilo de vida centrado en la salud física y emocional”.










