Diseño arquitectónico influye en la recuperación de pacientes: SECA

El Congreso de la Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA) celebró una mesa redonda sobre la relación entre el diseño arquitectónico y la salud, donde se discutió cómo los espacios influyen en la recuperación de los pacientes.

En el evento, los ponentes coincidieron que el entorno físico tiene un impacto directo en el bienestar, afectando de manera positiva los resultados clínicos y emocionales. 

Como introducción, la titular de la Unidad de Investigación en Cuidados y Servicios de Salud (Investén-isciii), María A. Pedraz Marcos recordó los estudios históricos de Florence Nightingale sobre ventilación, luz e higiene en los hospitales.

De acuerdo con la especialista, dichos resultados redujeron la mortalidad hasta un 40% durante la guerra de Crimea. 

“Su visión ha influido en la arquitectura sanitaria moderna, que retomó su legado durante la pandemia de la COVID-19, cuando la ventilación y la luz natural volvieron a considerarse factores esenciales en la prevención y el cuidado.

A nivel general, remarcó que la relación entre el diseño arquitectónico y la salud se reconoce desde 1984, cuando se demostró que los pacientes hospitalizados con vistas a la naturaleza se recuperaban antes y necesitaron menos analgésicos.

Promover entornos más humanos a través del diseño arquitectónico

Durante su ponencia, el investigador José Luis López Guerra afirmó que el espacio asistencial mejora la adherencia al tratamiento y la satisfacción de los pacientes pediátricos oncológicos. 

Como ejemplo de esto, presentó “Aquarioterapia”, un proyecto que incorpora murales marinos, realidad virtual y videojuegos diseñados con la colaboración de escuelas e institutos de la provincia de Sevilla. 

“Gracias a esta iniciativa, los niños han mostrado un mayor deseo de acudir a sus sesiones de radioterapia y han reducido la necesidad de anestesia durante el tratamiento”, agregó.  tr

Por su parte, Elisa Pozo Menéndez, doctora arquitecta de Mita Atelier y la Fundación Matia, compartió los resultados de sus investigaciones sobre unidades de convivencia en centros sociosanitarios.

Se trata de un modelo arquitectónico capaz de favorecer entornos más humanos, inclusivos y sostenibles para los adultos mayores y personas con discapacidad.  

“Los espacios diseñados para promover la autonomía, la interacción social y el contacto con la naturaleza generan una mejora significativa en el bienestar físico y emocional”.

Finalmente, los expertos hicieron un llamado a integrar la arquitectura como un componente esencial de la calidad asistencial, reconociendo que los entornos de atención sanitaria han determinado históricamente la modalidad del cuidado.