Basáltica emerge como un hito arquitectónico en el corazón de Puebla, un desarrollo residencial de baja altura y alta densidad que desafía la concepción tradicional de la vivienda urbana. Con un diseño vanguardista y una profunda conexión con la naturaleza, este proyecto no solo ofrece 336 departamentos, sino un estilo de vida que combina confort, sostenibilidad y una identidad arquitectónica única.
Ubicado en una manzana completa de más de 12,000 m², Basáltica se presenta como un edificio perimetral de 10 niveles y 43,100 m² de construcción total. Su estrategia de diseño es simple pero brillante: encerrar un amplio patio central de 5,000 m² que funciona como un sereno jardín comunitario.
Este espacio verde se convierte en el corazón del proyecto, ofreciendo un oasis sombreado donde los residentes pueden reunirse, descansar y disfrutar de una conexión invaluable con la naturaleza en medio de la ciudad.
Los departamentos se disponen en dos hileras contiguas: una con vistas panorámicas a la ciudad y otra orientada hacia el interior, con vistas al exuberante jardín. Para garantizar una óptima entrada de luz y ventilación, la altura del edificio se ajustó estratégicamente en las cuatro esquinas, una decisión que no solo mejora la calidad de vida de los residentes, sino que también fragmenta el volumen del edificio, integrándose en su contexto urbano.

Arquitecto a cargo: Andrés Bustamante Arrieta
Módulo flexible que genera dinamismo
El diseño se basa en una retícula modular de 3.32 x 3.32 metros, que fue rotada 45 grados a lo largo del perímetro. Dicha solución optimiza la orientación solar, maximiza las vistas y reduce la exposición directa al sol, mejorando el confort térmico y reduciendo el consumo energético. El módulo flexible permite una amplia variedad de tipologías de departamentos, desde 45 hasta 100 m², y posibilita que cada unidad cuente con terrazas privadas y puertas corredizas de piso a techo, fomentando la ventilación natural.
Esta repetición y rotación crean una fachada dinámica y cambiante, un ritmo visual de luz, sombra y espacio que se revela progresivamente. La envolvente del edificio, terminada con un estriado de cemento y arena en color blanco, refleja la luz solar para mantener los interiores frescos. Además, la superficie sutilmente cambia de color a lo largo del día, en respuesta a la luz natural.

Arquitecto a cargo: Andrés Bustamante Arrieta
Sostenibilidad como eje central de Basáltica
Basáltica también es sostenible. La azotea del edificio está cubierta con sedum, una especie local y resistente que requiere poco mantenimiento y contribuye a regular la temperatura interior. Junto con el jardín central, el diseño restituye el 98% de la huella del edificio como área verde, neutralizando el efecto de isla de calor. El resultado es un micro ecosistema que fomenta la biodiversidad y genera un ambiente más fresco, silencioso y saludable para sus habitantes.
Basáltica se fundamenta en la lógica de la vivienda asequible y de alta densidad, pero se distingue por su diseño cuidadoso y riqueza espacial. Se posiciona como un nuevo ícono urbano, aportando una identidad y carácter arquitectónico únicos a una tipología que, a menudo, es tratada únicamente desde una perspectiva funcional. Es un verdadero oasis de calma en medio de la ciudad.









