La arquitectura de tierra es una de las formas de construcción más antiguas y extendidas del mundo que, a pesar de su aparente simplicidad, encierra un conocimiento técnico y cultural profundamente arraigado.
Este modelo se basa en el uso de materiales naturales, principalmente tierra en distintos estados. A lo largo de la historia, esta técnica se ha adaptado a contextos climáticos, geográficos y sociales muy diversos.
De acuerdo con la Dra. Annick Jo Elvire Daneels Verriest, del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, aproximadamente una tercera parte de la población mundial vive en construcciones hechas total o parcialmente con tierra.
Agregó que, a pesar de su vigencia, esta arquitectura suele asociarse con precariedad, abandono o falta de desarrollo. Sin embargo, tal percepción ignora su eficacia estructural.
“Las evidencias arqueológicas demuestran que algunas de las primeras grandes civilizaciones del mundo se desarrollaron sobre cimientos de tierra. En lugares como Harappa (valle del Indo), Mesopotamia, Abydos (Egipto) o Mesoamérica, los proyectos urbanos fueron construidos casi exclusivamente con este material”.

Foto: Ovacen
Las dos grandes tradiciones de la arquitectura de tierra
Desde el punto de vista técnico, América presenta dos grandes tradiciones de construcción en tierra, determinadas en buena medida por su geografía:
- Vertiente atlántica: predomina el uso de tierra apisonada, dispuesta en capas compactadas para formar grandes plataformas. Esta técnica aparece en los mounds del Mississippi, en la Amazonía y en parte de Mesoamérica.
- Vertiente pacífica: se privilegia el uso de unidades modulares como bloques de adobe, bolas de lodo o tierra moldeada. Permite mayor precisión, plasticidad y es común en la costa andina y en Mesoamérica.
“Mesoamérica, por su ubicación intermedia, combina ambas tradiciones y se convierte en un punto de convergencia técnica. De hecho, es el único lugar en América donde se encuentran representadas todas las técnicas de construcción en tierra conocidas en el continente”, señaló la experta.
Finalmente, compartió que la arquitectura de tierra constituye una de las formas de construcción más complejas y duraderas del mundo precolombino, destacando por su gran escala, sofisticación y permanencia.
“No pertenece a una sola región ni a un solo pueblo: se manifiesta desde el suroeste de Estados Unidos hasta la cuenca del Amazonas y los Andes”, afirmó.










