A la fecha, los casos de fraude, robo y abuso de confianza en el sector inmobiliario están presente, lo más alarmante es que muchos de estos delitos son perpetrados por personas cercanas al propietario. En este sentido, saber distinguir entre estas tres acciones es crucial para defender el patrimonio y tomas las acciones legales correctas.
De acuerdo con el despacho RRC Abogados, el abuso de confianza ocurre cuando el propietario le entrega voluntariamente el bien a una persona para que lo cuide, use o administre, sin embargo, este se apropia indebidamente o le da un uso diferente al acordado.
“En el mundo inmobiliario, el abuso de confianza puede manifestarse de diversas formas. Por ejemplo, un inquilino que introduce mascotas en una propiedad a pesar de que el contrato lo prohíbe, no comete un delito, sino que incurre en un incumplimiento contractual”, comentó Daniel Rosas, socio del despacho de abogados.
Mientras un delito se da cuando una agencia inmobiliaria renta la casa o departamento sin avisar al dueño, es decir, que un administrador, bróker o agente inmobiliario recibe un ingreso derivado del alquiler y no entrega ese dinero al propietario.
En el caso de “un amigo o familiar al que se le presta la casa y la renta sin el consentimiento, (también es) delito de abuso de confianza por apropiarse del dinero que obtuvo del arrendamiento sin consentimiento”.
La diferencia con el robo es que implica tomar un bien ajeno sin consentimiento, a menudo se usa la fuerza o la violencia, o de manera clandestina. Rosas explicó que en el caso de los “paracaidistas” son un claro ejemplo de despojo; y que desde el 2020 se han presentado más de 134,000 denuncias por despojos ilegales de inmuebles y terreno en México, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad.

Fraudes inmobiliarios más comunes en México
El fraude es un engaño intencional para obtener un beneficio económico de manera indebida. Daniel Rosas explicó que es uno de los delitos más comunes en el sector inmobiliario. Ocurre cuando alguien vende una propiedad que no le pertenece, duplica contratos de arrendamiento, falsificar escrituras o promete cosas que sabe que no va a cumplir para atraer inversiones.
“Un tipo de fraude muy común se da con las propiedades rematadas. Son aquellas que sus dueños no pudieron seguir pagando y pasaron a ser propiedad de las instituciones financieras. Luego, estas organizaciones pueden subastarlas a un precio menor que su valor comercial. Aquí es donde entra el fraude; cuando te venden o subastan propiedades que no están realmente en remate, o te piden un pago antes de firmar el contrato o ceder los derechos” reveló el experto de RRC Abogados.
De acuerdo con el despacho, las principales señales de alarma de un posible fraude inmobiliario con remates, son:
- Te piden un pago inicial para entregar documentos.
- El precio de la casa o departamento está por debajo del 50% de su valor comercial y te prometen pagarlo a meses.
Otro tipo de práctica común en el ámbito inmobiliario es la venta o renta de propiedades con vicios ocultos, defectos no evidentes a simple vista, como plagas, instalaciones eléctricas deficientes o tuberías en mal estado. Este tipo de casos, en principio, constituyen un asunto civil.
El experto aseguró que es importante distinguir entre las diferentes figuras legales: el fraude se basa en el engaño con el propósito de obtener un beneficio indebido; el abuso de confianza ocurre cuando alguien se apropia de un bien que le fue entregado legítimamente; y el robo implica una apropiación directa, generalmente con uso de fuerza o violencia.
“La clave para proteger tu patrimonio inmobiliario radica en la prevención y la asesoría legal oportuna. No confiar, siempre documentar todo y, ante la menor duda, consultar y asesorarse con un experto. Un buen contrato y una investigación previa puede ahorrar dolores de cabeza y pérdidas millonarias. Entender las diferencias entre estos delitos permitirá actuar de manera informada y proteger el patrimonio”, afirmó Daniel Rosas.











