El mercado de oficinas en la Ciudad de México continúa adaptándose a un entorno económico moderadamente desafiante y a una transformación profunda en la forma en que las empresas utilizan sus espacios de trabajo. Las cifras del segundo trimestre de 2025 revelan un panorama que, aunque sigue evolucionando, comienza a mostrar señales de estabilización bajo un nuevo perfil de ocupantes y necesidades.
Crecimiento económico moderado, pero con oportunidades
Durante la primera mitad del año, la economía mexicana mostró un crecimiento modesto. Según el INEGI, el PIB creció apenas un 0.2% en el primer trimestre, y se estima que cerrará el año con una expansión de apenas 1.3%. La inflación se mantuvo por encima del objetivo del Banco de México, ubicándose en 4.5%, mientras que la inversión fija bruta en construcción no residencial cayó de forma significativa. A pesar de este entorno, la confianza empresarial sigue presente, impulsando decisiones estratégicas de localización y expansión.
Inquilinos más exigentes y selectivos
En términos de demanda, el mercado mostró un desempeño moderadamente positivo, con una absorción neta de 84,800 m² en edificios de clase A. Esta cifra revela un cambio claro en el perfil de los inquilinos: mientras el gobierno reduce su huella inmobiliaria, las empresas tecnológicas lideran la demanda, en busca de edificios con especificaciones técnicas, eficiencia energética y ubicaciones privilegiadas.
El movimiento hacia edificios de mayor calidad en zonas más céntricas es evidente: hoy el 60% de los contratos se cierran en submercados centrales y el 68% en inmuebles clase A, frente al 44% y 54%, respectivamente, de hace una década.

Ajustes en la oferta y precios más firmes
El inventario en construcción sigue a la baja, con apenas 412,594 m² en desarrollo activo, menos de un tercio de lo que se construía hace siete años. Esta contracción en la oferta responde al reacomodo del mercado tras la pandemia y prepara el terreno para un posible cambio en el equilibrio entre oferta y demanda en los próximos meses.
En cuanto a precios, se observó un ligero repunte: los edificios clase A registraron un incremento de 2.3% en la renta de salida respecto al cierre de 2024, alcanzando un promedio de $22.95 USD/m²/mes. En los inmuebles premium del centro, algunas rentas superan ya los $40 USD/m²/mes.
La oficina sigue siendo clave, pero con nuevas reglas
El avance de modelos híbridos ha cambiado la intensidad de uso de oficinas: hoy se estima que se requiere 30% menos espacio por empleado que hace diez años. Sin embargo, los espacios físicos no han perdido relevancia; por el contrario, se han vuelto más estratégicos. La eficiencia energética, la ubicación y la flexibilidad son ahora prioridades.

¿Qué esperar?
Aunque hoy el mercado sigue favoreciendo a los inquilinos, con una tasa de disponibilidad del 16.7%, la disminución en el desarrollo de nueva oferta y la preferencia por inmuebles de alta calidad podrían invertir esa balanza en el corto plazo. A esto se suma la incertidumbre macroeconómica, que podría retrasar este cambio. Lo que sí es claro es que las oficinas no han desaparecido: están evolucionando para adaptarse a una nueva forma de trabajar.
Por Cushman & Wakefield México
Este es un artículo de la edición 152 de la revista Inmobiliare, dale CLIC AQUÍ para descargar.
*Nota del editor: Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Inmobiliare.











